¿Ha comenzado oficialmente el trabajo del Futuro?

De forma lenta pero segura, los paradigmas de trabajo se han ido acercando cada vez más hacia una nueva forma de trabajar. Las personas vivirán múltiples experiencias a lo largo de la vida y nunca dejarán de aprender. El trabajo se vuelve más ágil y empieza a basarse en proyectos a medida que las estructuras jerárquicas de las empresas se reducen. La información ya no es un recurso que se encuentre en manos de unos pocos empleados con los cargos más altos: al poner mayor énfasis en la conectividad se está abriendo el camino hacia el intercambio masivo de conocimientos. Así que cabe esperar que el futuro del trabajo coloque la voz del empleado al mismo nivel que la del director ejecutivo y que cuente con una serie de habilidades completamente nuevas.

Las empresas de todo el mundo piden a sus empleados que trabajen desde casa para intentar desacelerar la propagación de la COVID-19, de modo que las videoconferencias y el trabajo en remoto se han convertido en seguida en algo común en todo el planeta: pero lo que todo el mundo se pregunta es si ya hemos llegado al futuro del trabajo. ¿Esta aceleración de nuestra transformación digital va a tener un efecto duradero una vez las personas tengan la opción de volver a «hacer negocios como siempre»? Veamos lo que eso implica. Si echamos un vistazo a los hechos y las cifras sobre el teletrabajo antes de 2020 y los comparamos con las plantillas (mayoritariamente remotas) actuales, la posibilidad de que el trabajo nunca vuelva a ser como antes resulta más que evidente.

El cambio más inmediato que hemos visto es la explosión de una gran variedad de recursos tecnológicos: Slack, Zoom, Teams, Hangouts y varias IA. Durante años, las empresas se han ido equipando con todas estas herramientas «innecesarias pero útiles», que ahora se han vuelto esenciales de la noche a la mañana. En 2017, antes de que el teletrabajo fuera una necesidad, un estudio descubrió que el 62% de los trabajadores en remoto querían que sus jefes proporcionaran tecnologías mejores para ayudarlos a conectarse con sus compañeros. Uno de los mayores desafíos del trabajo en remoto es mantener a todos los miembros de un equipo en contacto directo, por lo que instalar tecnologías que lo permitan es la máxima prioridad. ¡Y cuando estemos completamente conectados es probable que muchas personas no vean la necesidad de volver a la oficina! De hecho, en 2018 Buffer descubrió que un asombroso 99% de las personas que trabajan de forma remota preferirían permanecer alejadas, al menos a tiempo parcial, durante el resto de sus vidas laborales. Ahora es posible que lo veamos en gran parte de nuestra plantilla.

Si la mayoría de la gente prefiere seguir trabajando de forma remota, un efecto dominó positivo sería un aumento en la armonía y la flexibilidad entre el trabajo y la vida personal. El equilibrio entre la vida laboral y personal fue la razón número uno que dieron el año pasado las personas que teletrabajaban, y en 2018 casi cuatro de cada cinco personas dijeron que trabajar desde casa había resultado beneficioso para su salud y bienestar en general. A medida que las personas se acostumbren a equilibrar su nueva vida laboral con la vida hogareña es posible que se den cuenta de que son más felices. El cambio al trabajo en remoto hará que todos reevaluemos y perfeccionemos todos los procesos del teletrabajo actual, ¡así que pronto veremos una plantilla más contenta y comprometida!

A medida que todos empecemos a trabajar en remoto, otra característica positiva para el personal será el cambio a una empresa centrada en los empleados. Atrás quedaron los días en los que las necesidades de los clientes pasaban por delante de todo: el bienestar de los empleados también es un factor imprescindible para el éxito. El Ejecutivo de Salud y Seguridad del Reino Unido informó que, solo en el Reino Unido, se perdieron 12,8 millones de días laborales por estrés, depresión o ansiedad en 2018-2019. Entonces, si el 80% de los trabajadores en remoto está satisfecho con su trabajo en comparación con el 55% de los trabajadores que van cada día a la oficina, podemos estar seguros de que en el futuro conseguiremos una plantilla más productiva.