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Esta semana entrevistamos a Ana María Cardona desde Colombia. Ella es comunicadora social, periodista y además está especializada en Gerencia del Talento Humano y certificada en Gestión del Cambio.
Con ella hablaremos sobre la importancia de aplicar la comunicación de forma asertiva en la gestión empresarial para potenciar al talento humano y promover una transformación sostenible de la cultura interna.
Con ella hablaremos sobre la importancia de aplicar la comunicación de forma asertiva en la gestión empresarial para potenciar al talento humano y promover una transformación sostenible de la cultura interna.
Bienvenida, Ana. Antes que todo, nos gustaría que nos contaras un poco más sobre ti y cómo te defines.
Soy una apasionada por la comunicación que ha confirmado que cada vez el receptor toma más relevancia en la forma. Por eso, estoy convencida del poder de la comunicación bidireccional que permite la escucha activa, promueve interacción, se hace con y para las personas y, además, necesita ser dinámica y empática para impactar. Como consultora y speaker, esta tríada me resulta la fórmula ganadora: comunicación, talento humano y gestión del cambio.
¿Cómo definirías la comunicación?
La comunicación es la herramienta más poderosa para movilizar a las personas. Un mensaje cercano, simple y oportuno, permite al otro que se sienta identificado, inspira, lleva a la acción.
¿Cuándo la comunicación es asertiva?
Definiría la comunicación asertiva como una que logra ser empática, respetuosa y directa. Sin duda es una habilidad, necesaria en el ámbito laboral. Para cocrear, la base es comunicarse, interactuar, conectarse y eso sólo se logra conversando.
¿Comunicar para qué?
Es necesario comunicar para declarar un propósito y una aspiración, que también podríamos llamarlo misión y visión de la empresa. También, nos ayuda a llevar a todos los empleados a vibrar por ese propósito y comprometerse con esa meta. Esto nos permitirá alinear expectativas y definir objetivos para transformar la cultura. Así, podremos relacionarnos mejor, manejar la incertidumbre, ser incluyentes y así, gestionar el cambio.
Hablando de cambio, ¿qué papel juega la comunicación en proceso de cambio?
Es un punto innegociable. La comunicación es transversal en la gestión del cambio y está presente en cada una de las etapas: sensibilización, sostenimiento, capacitación y reconocimiento. Son los mensajes y las actitudes habilitadoras las que despiertan un deseo de cambio en las personas. Son las conversaciones empáticas las que calibran emociones y gestionan resistencias. Es la comunicación la que nos ayuda a anclar el cambio con la estrategia.
¿Cómo podríamos comenzar con esta estrategia de cambio?
Necesitamos voces en las que podamos confiar, por ejemplo, ante la incertidumbre que puede representar el cambio. Para eso, debemos aplicar una comunicación activa, clara, multiformato e incluyente, la que atrapa la atención de los que están siendo impactados por el cambio y los mantiene informados, actualizados, lo cual se ve reflejado en un estado de calma.
Por ejemplo, podemos comenzar comunicando las victorias tempranas, porque esto mantendrá a los empleados motivados, enamorados del cambio. Para comenzar con un proceso disruptivo de cambio, es necesario influir en su actitud, en su deseo de crear, de innovar, de sorprender, de transformar.
¿De qué manera podemos aplicar la disrupción en la gestión del cambio?
Hoy en día, la disrupción es una jugada estratégica de las empresas y esto lo están entendiendo muy bien las pequeñas y medianas empresas, porque se están repensando y apostándole a cambios generadores de soluciones.
Para que todo esto suceda, la comunicación es nuestra principal aliada, porque como lo dijimos antes, la comunicación es la herramienta más poderosa para movilizar a las personas, para inspirar comportamientos y avanzar rápidamente por la curva de cambio. Puede empezar en negación y resistencia al cambio, pero que logra transformarse en expectativa y emoción, que podríamos definirlo como apertura.
