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Felicidad y productividad laboral: 5 medidas

Felicidad y productividad laboral

El bienestar y la participación de los trabajadores en sus respectivos departamentos mejora sensiblemente la productividad y la eficiencia. Las empresas deben ser conscientes de que lo relativo a las emociones y los sentimientos es un área que se debe trabajar, ampliar y desarrollar con esmero, máxime en unos tiempos tan complejos como los que nos está tocando vivir.

La felicidad impacta en la productividad en el trabajo

Existen diferentes estudios psicológicos que demuestran que los equipos felices son los más productivos. Las empresas que invierten en ello, se esfuerzan por desarrollar este área y trabajan las emociones y los afectos, acaban por mejorar la productividad de su equipo: extraen buenos resultados frente a las compañías que descuidan esta faceta.

La felicidad laboral consigue retener hasta un 44% el talento dentro de una empresa, según estudios de la asesoría estadounidense Gallup.

5 medidas para potenciar la felicidad en el trabajo

A continuación, compartimos cinco medidas para crear entornos de trabajo felices.

1. Feedback y comunicación continuos

El diálogo es clave, de nada nos servirían todas las acciones unidireccionales sin comunicación. Si queremos conocer el grado de bienestar del trabajador, la clave es preguntarle directamente sobre aquello que le hace feliz. La recopilación de datos cualitativos y cuantitativos nos ayudará a medir la temperatura de la empresa:

  • ¿Qué concepto tiene el empleado de la empresa?
  • ¿Cómo entiende que pueden mejorar las cosas en todos los sentidos?
  • ¿Qué ideas serían interesantes para rendir mejor en su trabajo?

En función de los datos recogidos, las empresas deben elaborar y adaptar un plan de bienestar y establecer un índice de felicidad.

2. People first

Las tácticas empresariales people first sitúan a las personas y su radio de acción laboral como prioritarias en la acción profesional. Este ámbito es muy amplio y mezcla psicología, coaching, formación, pedagogía y dirección de empresas. La idea básica es trazar estrategias centradas en el interés y necesidades del empleado como pueden ser:

  • la formación;
  • el análisis;
  • la participación;
  • la comunicación;
  • la promoción;
  • la estabilidad;
  • otros factores propios e individuales de cada empresa.

Empecemos a tratar a los trabajadores como personas y evitar referirnos a ellos como “recursos” o “candidatos”.

3. Visión, misión y compromiso

Si algo mueve al talento es otorgar sentido a lo que hace cada día. Establezcamos metas interesantes, tanto a nivel de eficiencia como a nivel humano.

¿Para qué trabajamos?

Seguro que hay decenas de objetivos de nuestra empresa que muestran valores humanos admirables y ejemplares. Saquémosles brillo. Se trata de ir más allá de pagar al empleado o al asociado un sueldo al mes por realizar unas funciones determinadas y ocupar un puesto. Imprimamos un sentido colectivo, marquemos unas metas en virtud del progreso y del bienestar empresarial. Ese plus nos aportará sentido y compromiso.

4. Comunicación transparente

Se trata de implementar una política transparente y responsable de comunicación. Debemos transmitir de forma eficaz cómo impacta el trabajo de los equipos en la productividad. El empleado debe conocer qué sucede con su trabajo y cómo beneficia a la empresa para sentirse involucrado e interesado por los objetivos comunes.
Los expertos en coaching empresarial aseguran que aquellas personas a las que se les informa constantemente sobre cómo su trabajo impacta en la cuenta de resultados, aumentan su productividad.

5. Confianza

La felicidad laboral no se puede conseguir solamente con salario emocional, las mejoras laborales deben ser reales y tangibles.

Los últimos estudios indican que los empleados valoran especialmente el teletrabajo, la conciliación y la confianza

Si los empleados pueden trabajar desde casa de un modo flexible y auto-gestionado van a sentir esa medida como señal de respeto, confianza y certidumbre. Esta decisión lleva aparejada muchos otros beneficios:

  1. Suele mejorar la productividad.
  2. Reduce los costes fijos.
  3. Permite una mayor conciliación con la vida personal y familiar.

Tips finales

¿Qué conclusiones sacamos? Se pueden lograr mejores resultados empresariales si introducimos en nuestra cultura empresarial principios, metodología y estrategias para potenciar el bienestar laboral. Por ello debemos incorporar este asunto a la agenda de nuestra empresa. Bienestar equivale a motivación, que acaba traduciéndose en productividad.

Como apuntaba el afamado psicólogo Shawn Achor, “la felicidad es el combustible del éxito, no al revés”. En otras palabras, si somos felices y trabajamos en condiciones óptimas y motivadoras, acabamos siendo personas más diligentes y productivas. Hoy día, trabajo y bienestar deben ir ineludiblemente de la mano.